Miles Szanto |
La primera escena ya nos presenta a dos amigos (o quizás más que eso) jugando en la piscina. Es atípico de un corto gay comenzar con una escena tan optimista. Dos chicos que la pasan bien juntos, pero estos menos de 30 segundos de felicidad terminan cuando la dueña de casa irrumpe con unas cervezas en mano y uno de ellos, cautivado por su belleza, va hacia ella dejando al otro atrás.
Y el resto del corto se va desenvolviendo en esa linea: un amor homosexual frustrado frente a una relación heterosexual próspera. Nuestro protagonista ha vivido ahogado por esa realidad y por eso no lo duda cuando, frente a la piscina, decide ahogar su dolor.
Recuerdan cómo empezó lo de Suicide Room. En un inicio todos la buscábamos y nadie tenía esperanzas de encontrarla (al menos yo no) pero ahora incluso la podemos ver aquí.
Bueno, ahora les pido su ayuda, porque encontré este video que es de un cortometraje hermoso. En 15 minutos me hizo llorar como poseída. Pero no es la historia completa. Si alguien la consigue, por favor contáctese conmigo en los comentarios...
No hay comentarios:
Publicar un comentario